domingo, 30 de agosto de 2015

Reactivar Segovia



Entre los cuatro problemas que preocupan más a los segovianos se encuentran el paro, la crisis económica, el deterioro de la sanidad y la despoblación. Bien es cierto que con intensidad desigual. El paro inquieta al 67 por ciento, los problemas asociados a la crisis al 26, la sanidad al 14 y la despoblación de la provincia al 10. Si fuésemos capaces de encontrar la receta para dar solución a estas cuestiones habríamos dado un gran paso para mejorar el bienestar de las personas que habitan esta tierra.

En 2008, los socialistas propusimos el ‘Pacto por Segovia’. Un conjunto de acciones concertadas entre las diferentes fuerzas políticas con representación institucional para abordar los grandes problemas de la provincia de Segovia. En ese momento el PP manifestó su intención de sumarse al acuerdo. Sin embargo, el resultado de las elecciones generales de 2008 hizo que no tardarán en desmarcarse de él. Gran error. El PSOE gobernaba en España y el PP en la Junta de Castilla y León y Diputación.

La crisis ha hecho sus estragos también en Segovia. En nuestra provincia falta tono. No cuenta con el dinamismo económico necesario para crecer con más intensidad, generar riqueza y empleo. Carecemos de un tejido empresarial e industrial tupido para aprovechar las ocasiones que nos brindan la localización geográfica y el nivel de nuestras infraestructuras. Sólo con él podremos reducir la tasa de paro, crear empleo y dar respuesta a los desequilibrios económicos y sociales.

Los Presupuestos Generales del Estado constituyen una excelente herramienta para avanzar en esta dirección. El presupuesto que el Gobierno pretende aprobar para 2016 es exiguo, testimonial y no da respuesta a los grandes problemas que tiene la provincia – la partida más importante, de 10 millones de euros, corresponde a una actuación ya ejecutada en la autovía A-I y en su mayoría fuera de la provincia de Segovia-. El PSOE ha presentado 31 enmiendas a estos presupuestos para dirigir su actuación a solventar los grandes problemas y reactivar la economía segoviana, y en definitiva a Segovia.

Facilitar crédito a las pequeñas empresas, reactivar la industria, fomentar el turismo rural, hacer frente a la despoblación de las zonas más deprimidas y avanzar en la solución del problema del agua, la mejora de las infraestructuras  y el atractivo de nuestro patrimonio constituyen las prioridades de inversión para los socialistas, sin olvidar la cohesión social. Un “proyecto de provincia” del que nos gustaría hacer partícipes a todos los segovianos y a las diferentes formaciones políticas.

Los socialistas creemos en la economía de mercado modulada. Hoy, Segovia pero también otras zonas ampliamente deprimidas, requieren una política fiscal diferencial que otorgue ventajas para todos aquellos pobladores y empresarios que moran en un medio rural allí donde no llega el mercado. Lo he propuesto en el Parlamento y lo reitero. Se trata de un factor fundamental, junto con una asignación presupuestaria eficiente en la asignación de inversiones para generar el bienestar que se merece nuestra gente.         




domingo, 23 de agosto de 2015

El Gobierno del PP a lo suyo



Al Gobierno de España, el Gobierno del PP, le preocupa su futuro del Partido Popular. Así se ha puesto de manifiesto esta semana en el Congreso de los Diputados. En las diferentes comisiones celebradas, como consecuencia de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para 2016, el Gobierno se ha dedicado a hacer proselitismo a favor de sus siglas.

El Gobierno ha ido a lo suyo. Ha convertido el Parlamento en su escaparte electoral, como nos temíamos. Ha adelantado la tramitación de los presupuestos para iniciar con ellos la campaña electoral. No han perdido la ocasión y han hecho de las comparecencias una plataforma para el “electoralismo”, anteponiendo sus intereses a los de los ciudadanos.

No han sido pocos los gestos. Destaca el realizado a los funcionarios y  la petición de austeridad a los altos cargos de las empresas públicas. Ambos sin consistencia y repletos de oportunismo. Una manifestación de cómo entiende el PP la política.

Tras cuatro años de recortes, que les han hecho perder 14 puntos de poder adquisitivo, los dos millones y medio de funcionarios volverán a recuperar los moscosos y canosos, por primera vez en cuatro años subirán un 1 por ciento sus salarios, y las embarazadas tendrán un permiso retribuido a partir de la 37 semana de embarazo. Sin ningún rubor, el PP quiere recuperarlos para su objetivo electoral. Durante estos años les ha despreciado, pero ahora les hace un guiño. Si gobiernan de nuevo, harán lo de siempre: ningunearles.

Montoro ha ido a más. Se ha atrevido, cuando faltan tres meses para acabar la legislatura, a pedir a los 600 ejecutivos de las empresas públicas que sean austeros. Que viajen en clase turista, usen el transporte público y utilicen la videoconferencia para evitar desplazamientos. Y, además, les dice que tienen un plazo de dos meses para adaptarse. Vamos, que no hagan nada. Ya les tocará a los que lleguen. Una medida que debiera haberse hecho hace cuatro años y que no extiende a los altos cargos de los ministerios.

Peor les ha salido la jugada en materia de pensiones. Han anunciado que las pensiones de viudedad y orfandad pasarán a financiarse con tributos públicos y saldrán fuera del régimen de Seguridad Social. Un guiño con trampa. Por una parte les dicen que no se preocupen que el Estado les cobija, pero lo que están haciendo es sacarlas para darles un carácter asistencial e ir bajando su peso de 22.000 millones de euros, un 2,2 por ciento del PIB.

El Gobierno y el PP a lo suyo, una vez más. Sus intereses están muy por encima de los intereses ciudadanos. Para ellos las políticas tiene un carácter instrumental, con una sola finalidad, alcanzar el poder y para eso vale todo. Hasta el cinismo. 








sábado, 15 de agosto de 2015

Peña Citores



A pesar de estar inmersos en pleno verano, para muchos diputados, como es mi caso, la última semana ha estado marcada por la lectura apasionada de los Presupuestos Generales del Estado y la preparación de enmiendas, con la misma intensidad que si estuviésemos en el mes de noviembre. Lo que no me ha impedido una mañana subir a Peña Citores, en la Sierra de Guadarrama, con los hermanos Reques, Pedro e Inma, y Juan Cruz Aragoneses. Sin duda, lo mejor de la semana.

Salimos del puente de los Mosquitos, en concreto del aparcamiento de la fuente de la Canaleja. La ruta la preparó Juan a su manera, como siempre. Vamos no la preparó, pero su intuición no falló. Y tampoco nos perdimos. Nunca nos hemos perdido cuando él coge la batuta, lo que nos recordó en alguna ocasión. Nada más cruzar la portera izquierda y tras andar apenas 80 metros comenzamos a subir. Todo picado hacia arriba y con una pendiente muy fuerte. Eran las 9:30 h.

La subida por el robledal pisando hojarasca es dura, muy dura. La mirada hacia arriba nos descubre una elevación sin fin y un camino incierto que Juan traza poco a poco y cierra Pedro con una zigzag suave. Los gemelos se hacen sentir. Y cada 10 minutos hacemos una breve parada para coger aire.

Por fin encontramos un sendero no muy marcado que nos lleva a una pista asfaltada. La cruzamos y seguimos subiendo. Nos aparece una indicación que hace referencia a la fuente de Ceniceros. Pero no la encontramos. A partir de aquí comienza nuestra retina a disfrutar de magníficas vistas, Montón de Trigo y Siete Picos, enfrente; el Alto de Guarramillas a la izquierda.

Seguimos subiendo siguiendo los hitos. En el camino descubrimos majestuosas esculturas graníticas como si del paleolítico se tratase, y un fortín edificado en piedra granítica fruto de la arquitectura defensiva de la Guerra Civil. Hicimos una parada obligada en él, y una valoración de la dureza de la guerra. Más adelante nos encontramos con más edificaciones defensivas. Todas ellas en lugares estratégicos.

Una vez divisada peña Citores, iniciamos su ascenso con una parada en unos de sus peñascos de subida para divisar las extraordinarias vistas de nuestra tierra segoviana, y también la grandeza de Peñalara y su circo. A las 11:30 h estábamos en el refugio del Cancho. La vista extraordinaria, sublime. De las más bonitas que se pueden contemplar en la Sierra del Guadarrama.

Aprovechamos tan estratégico emplazamiento para tomar el bocata. Pedro, observando la montaña y la serranía, nos comentó que en la reforma de Jaime Ignacio del Burgo en el siglo XIX el territorio se ordenó de tal forma que  todas las provincias de España conjugaban montaña y llanura casi a la mitad, salvo Valladolid. El debate sobre el Estado autonómico estuvo presente. Si bien a pesar del buen día, el viento y el frío hizo que algún momento algunos entrásemos en este refugio de enfoscadas paredes con bancos de madera y muy limpio.

Iniciamos la subida a Dos Hermanas. En algo más de media hora lo alcanzamos. Peñalara estaba muy cerca pero decidimos no subir. Bajamos hasta Cotos siguiendo el sinuoso y pesado camino de bajada, a veces interminable. Una hora.

Una vez allí, tras dejar a nuestra derecha el Club Alpino cogemos el camino –autopista- que nos lleva a una pista asfaltada en un tiempo de unos 30 minutos. Desde allí la intuición de Juan no falla y, tras recorrer unos metros de bajada por la pista, cogemos un sendero que nace en una explanada dedicada al almacenamiento de madera. El sendero discurre entre pinos y un mar de helechos a ambos lados. Pedro nos avisa de que no conviene cruzar entre los helechos pues son nidos de garrapatas, y saltan con gran facilidad al detectar el calor humano.

La bajada cómoda al cobijo de varios arroyos nos pone de nuevo en el aparcamiento del puente de los Mosquitos en unos 40 minutos. Son las 15:15 horas. Los presupuestos esperan de nuevo. Ha valido la pena, a pesar de su dureza. Unos 20 Kms para disfrutar y valorar mucho más aún nuestro patrimonio natural.