lunes, 4 de junio de 2012

“¡Que se hunda España!” (Montoro, 2010

“¡Que se hunda España, que ya la levantaremos nosotros!”. Esta fue la frase que espetó en mayo de 2010 el diputado por el PP, y portavoz de presupuestos en aquella época del Partido Popular, el Sr. Montoro, a la portavoz de Coalición Canaria (CC), la Sra. Oramás, cuando éste le solicitó que no apoyase al PSOE para aprobar las reformas que luego evitarían la intervención de España pero hundirían al Partido Socialista. Así lo ha desvelado esta semana en el Congreso de los Diputados la diputada canaria.

La frase no puede ser más elocuente de la calaña de este personaje, a la sazón actual ministro de Hacienda del actual Gobierno de España. La frase representaba el sentir del PP. Los hechos han demostrado que el PP ha antepuesto siempre los intereses de su partido a los de España. A ellos que tanto se les llena la boca de hablar de España les falta lo esencial: el amor a su patria.

Después de cinco meses de gobierno popular, la gestión pública no puede ir peor. Presumieron de contar con un programa para sacar a España de la crisis. Llegaron a afirmar que el sólo hecho de ganar las elecciones permitiría un giro copernicano de la situación económica. La realidad es muy diferente. El paro se ha disparado como consecuencia de la reforma laboral; al sistema financiero lo han acabado de hundir –siempre lo controlaron el PP y sus gestores-; y la mentira preside toda acción política del Gobierno. Han hecho todo lo contrario de lo que prometieron. Y para más INRI, se ha demostrado que hasta la herencia era la suya.

Ahora la situación es crítica. La prima de riesgo ha alcanzado niveles históricos. Será muy difícil, de persistir estos niveles, que no nos intervengan. Grecia, Irlanda y Portugal apenas aguantaron con esos niveles un mes. Todo indica que los 33.000 mil millones de euros que el PP va a regalar a Bankia se quedarán muy cortos cuando aflore el resto de los activos tóxicos del resto de los bancos y cajas. La situación no puede ser más crítica.

El líder de la oposición ha vuelto a tender la mano. Él fue el primero que reivindicó aplazar el plazo para el cumplimiento del déficit público, que esta semana ha ratificado Alemania; ahora su apoyo ha sido incondicional ante la próxima cumbre europea. Sin embargo, los titubeos en el PP siguen. Más bien no se aclaran. El presidente está sobrepasado y su equipo dividido, y con fuertes tensiones.

Esta semana el ministro de Economía alemán ha pedido a nuestro ministro del ramo la intervención selectiva del sistema financiero. La respuesta ha sido no, pero a su vez el presidente ha ofrecido una renuncia a la soberanía en materia fiscal, abogando por una autoridad europea en esta materia; a la vez que ha ninguneando al banco de España.

El PP parece haber cambiado de táctica. Ya no dicen que estamos al borde del precipicio, ahora, según ellos, España saldrá de la crisis por sí misma. Ya se sabe que la “verdad” no ha sido nunca la marca de la casa. Todo indica que la intervención sería un alivio para el PP. Las medidas a tomar, en este caso, ya no serían una cosa suya, y además les permitiría echar la culpa de todo lo que pasa al PSOE. Una hábil manera de seguir escondiendo la cabeza y no dar la cara; aunque haya que disimularlo.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Algo parecido dijo en la COPE Martínez Pujalte antes de la crisis, cuando subía la inflacción, los tipos y las hipotecas. Cuando los tertulianos comentaban que esos malos datos les harían subir en las encuestas, Pujalte exclamó "eso nos llena de espèranza"
Todo ésto demuestra sin lugar a dudas el sentir general del PP en los últimos años: Que se hunda España con tal de que que caiga Zapatero.

¿En que manos estamos?