domingo, 29 de enero de 2012

¡Vaya pesadilla!

Las últimas cifras publicadas de paro son para no dormir. Tras la cifra de los 5.273.000 parados de España o de los 12.200 parados de Segovia se encuentran personas. Personas que carecen de renta, personas que no pueden pagar su hipoteca o que tienen dificultades para alimentar a sus hijos; padres apesadumbrado y tristes porque no ven futuro a sus hijos… Un drama que no tiene una solución inmediata.

España es el país de la UE con más alta tasa de paro. No es casualidad. Es el resultado de su estructura económica. Una economía, la española, que presenta enormes desequilibrios territoriales, sectoriales e institucionales. Hay que remontarse al s. XIX para entender bien los males que acechan a la economía española. Una economía con baja productividad, poco competitiva y cuya renta per cápita se ha sustentado en actividades de bajo valor añadido. A su vez, con un tejido empresarial muy débil tanto cualitativa como cuantitativamente en todos los sectores de actividad, salvo en el turismo y en la hostelería. Aquí se encuentran las auténticas causas del paro. El impulso de la construcción entre 1998 y 2007 fue un espejismo.

Por desgracia la generación de empleo estable y de calidad no es posible de un día para otro, como estableció el PP en el subconsciente colectivo de los españoles antes de ganar las pasadas elecciones. El empleo de calidad requiere nuevos nichos de negocios, nuevos empresarios, desarrollo innovador, financiación y una nueva cultura empresarial. Poco a poco hemos de consolidar un tejido industrial que contribuya a crear empleo, que actúe como elemento difusor en otros sectores de actividad y permita cohesionar territorial y socialmente a la sociedad española. Para ello, se requiere liderazgo y un amplio consenso político y social. No tenemos más remedio que avanzar en esa dirección si queremos dar futuro a nuestro país.

Pero el problema del empleo es acuciante. Necesitamos recuperar el empleo perdido en estos últimos cuatro años. Para lograrlo, las empresas necesitan garantizar financiación y las administraciones públicas tienen que pagar. Necesitamos irremediablemente medidas de estímulo económico y retrasar al menos dos años el cumplimiento de los objetivos de déficit público. Y necesitamos confianza, mucha confianza para que se recupere el consumo y pueda crecer la demanda interna, y con ella el empleo. La reforma de ‘la reforma laboral’ aporta poco; tan solo confianza subjetiva a los empresarios que tienen poca confianza en sí mismos, por no calificarlos de otra manera. Ahora, por suerte, la oposición no resta a la confianza, sino que suma a este factor tan importante.
La respuesta al problema del empleo requiere, a corto para crear empleo, financiación suficiente de las pymes, confianza y menos asfixia de la Administración; a largo, un nuevo enfoque estratégico. Toda una pesadilla que requiere ante todo unidad política, social e institucional. Algo que los que están en el Gobierno ahora impidieron hasta que ganaron las elecciones. Esto ya lo tienen, pero ahora deben que cambiar el ‘chic’ por el bien de España.





jueves, 26 de enero de 2012

Sin perspectiva… y con fiasco

 
Las últimas previsiones sobre el crecimiento del PIB en el 2012 del Banco de España y del Fondo Monetario Internacional (FMI) no pueden ser peores para España. Todo indica que se destruirá medio millón de puestos de trabajo y que el paro se puede situar por encima del 23 por ciento. Es una situación dramática que requiere el esfuerzo colectivo y el sacrificio de todos los españoles y amplitud de miras en la acción política, contando con el concurso y el acuerdo de todas las fuerzas que integran el arco parlamentario. 

Hoy, la propuesta de Rubalcaba en campaña de negociar con la UE el retraso de dos años para el alcance de los objetivos del plan de ajuste cobra más sentido que nunca. Las medidas de ajuste que está tomando el Gobierno del PP están produciendo la asfixia de la economía española. En ningún caso contribuyen a la reactivación económica y a la creación de empleo, sino a hundir más nuestra economía y a amplificar de las diferencias sociales.

La salida de la crisis se ha de realizar garantizando la cohesión social. De ahí las propuestas fiscales del PSOE en las últimas elecciones generales: subida del impuesto de las grandes fortunas, impuesto sobre los beneficios de la banca o el impuesto sobre las bebidas alcohólicas. La esperanza de que el cambio contribuyese a solventar la crisis hizo que estas propuestas se ensordecieran, pero era el camino, junto con el retraso de dos años del ajuste, ya referido.

El pueblo español dio un mensaje al nuevo Gobierno que salió de las urnas en las pasadas elecciones: “resuelva esto y cree empleo”. Y este es el gran reto del PP. La cosa no va bien. Sabía perfectamente que el déficit autonómico estaba disparado y oculto. Y lo sabía porque gobierna en casi todas las comunidades autónomas y los populares tenían perfectamente monitorizado el gasto. Ahí está la hemeroteca como testigo de las reuniones previas al Consejo de Política Fiscal y Financiera. Se trata pues, una vez más, de utilizar la mentira como arma de acción política. Algo que el PP practica desde hace tiempo sin ningún rubor y con una falta de respeto a los ciudadanos.

El resultado de las elecciones generales legitima al PP para subir impuestos y hacer la política que considere oportuna para sacar a este país de la crisis. A lo que no le legitima es a mentir. Lo hicieron en campaña, como claramente se ha podido comprobar a los pocos días de su acción de Gobierno y lo siguen haciendo ahora. El pueblo español merece respeto.

Si preocupantes son las previsiones de crecimiento de la economía española para 2012 muy preocupantes son también los mensajes divergentes de los miembros del Gobierno con respecto al cumplimiento del objetivo de cumplimiento del déficit del 4,4 por ciento para este año. Según quien hable tan pronto se cumple, como no se cumplen. Y para rematarlo el presidente del Gobierno, Sr. Rajoy dice que harán algo parecido a lo que han hecho en Portugal; antes de las elecciones dijo que haríamos algo parecido a Cameron en el Reino Unido. No se aclaran y esto puede tener una repercusión muy negativa en los mercados de Deuda. El Sr. Montoro, ahora ministro de Hacienda, lo sabe muy bien, pues en su anterior etapa de vocero de la oposición del área de economía y hacienda contribuyó en varias ocasiones a la subida de la prima de riesgo.

Todo indica que carecen del oficio que tenían para generar desconfianza en la economía española cuando estaban en la oposición. Ideas para relanzar nuestra economía y crear empleo tienen pocas. Y con la mentira no se va a ninguna parte. Un gran fiasco para el pueblo español.


lunes, 23 de enero de 2012

Los mini congresos

Este último fin de semana se han celebrado en todas las provincias de España los congresos extraordinarios del PSOE para designar a los delegados que elegirán en Sevilla al secretario general del Partido Socialista. Se han desarrollado con plena normalidad democrática, como ocurre siempre en nuestro partido. Tampoco han estado exentos de tensión. Por lo general, han concurrido dos listas, cuando no tres como en el caso de Segovia, para apoyar a Rubalcaba o Chacón. Y, aunque no existen diferencias sustanciales entre las propuestas de ambas candidaturas, a los seguidores de una u otra candidatura no les gusta perder. Los militantes tienen una clara mentalidad ganadora aunque jueguen en casa y contra sus mismos compañeros, lo cual es bueno para el futuro y la dinámica del PSOE.

La Ponencia Marco ha servido para que los militantes, a través de sus asambleas locales y en el propio mini congreso, hayan llevado a cabo un debate muy rico. Se he debatido especialmente sobre economía y empleo; sobre la sostenibilidad del Estado del Bienestar; sobre democracia y nuevos derechos; y también sobre nuestro modelo futuro de partido. Los debates han sido intensos. Una agrupación provincial como la de Segovia con 760 militantes ha presentado más de 200 enmiendas. El debate se prolongó durante 11 horas en el mini congreso con un estricto ejercicio democrático. Para que después digan que en los partidos no hay debate. Será en otro, porque en el PSOE es evidente que se debate y se hacen propuestas para mejorar el futuro de España.

No todo son luces, también hay sombras. Es muy difícil cambiar la cultura de algunos viejos militantes. Porque en nuestro partido, al igual que en otros, hay personas a las que solo les interesa el poder por el poder. Estos tienen convicciones firmes para posiciones cambiantes. Da igual que su línea de actuación durante muchos años haya seguido una línea concreta, claramente visualizada; si la ocasión les puede permitir una pequeña cuota de notoriedad, o resarcirse ante la línea oficial por no haber ido en listas en alguno de los últimos procesos. Para ellos el debate de las ideas es lo de menos; las enmiendas un rollo, e incluso no tienen ningún problema en criticar y reclamar un cambio en la línea de actuación del partido ante los medios de comunicación, para después no dar la cara, ni presentar propuestas en los órganos colegiados del partido. O incluso no aparecer  por el minicongreso: “política de palabras huecas”, que tanto daño nos hace.

Por suerte, nuestro partido cuenta mayoritariamente con personas comprometidas, coherentes en sus propuestas y que, día a día, con su trabajo diario y su actuación política se ganan el respeto de la inmensa mayoría de los ciudadanos. Personas que no intentan instrumentalizar el partido para fines propios. Personas que cuando hay que hacer listas, hacen listas; y cuando hay que estar con los ciudadanos, están. Personas que pueden llegar a tener diferentes visiones políticas que otros compañeros, pero que respetan la decisión de la  mayoría.

Nuestro partido es un partido plural, democrático y abierto, que día a día se va adaptando a las nuevas demandas sociales. Un  partido transformador y progresista que aspira a lograr una sociedad más justa y equitativa. Un partido donde caben todos los que se consideren progresistas con vocación de servicio público, y no de servirse a sí mismos.

Los mini congresos de este último fin de semana han fortalecido más a nuestro partido y, gane la opción que gane, ofreceremos a España un proyecto de país para salir cohesionadamente de la crisis, crear empleo y generar futuro para nuestros jóvenes, reforzando su carácter democrático.

lunes, 16 de enero de 2012

Una oposición sin sustancia

Durante estos últimos días, el portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Segovia y portavoz de la oposición nos ha vuelto a recordar con sus declaraciones que está muy bien donde está, e incluso le queda grande. En su comparecencia de prensa para hacer balance de los siete meses de Gobierno municipal volvió a reiterar su obsesión por el alcalde Arahuetes.

Para el Sr. Postigo el problema de estos siete meses de Gobierno socialista en la ciudad de Segovia radica en que el alcalde quiso liderar en las últimas elecciones generales la lista del PSOE al Senado, “aunque sus compañeros de partido se lo impidieron”, según él, y, al ver frustrado su propósito, “ahora su objetivo es agarrarse al sillón y, en contra de sus principios, ceder al chantaje de IU”, ha afirmado. Los grandes temas que preocupan a la ciudad no le interesan y las propuestas para darles respuesta por parte del PP brillan por su ausencia.

Una vez más el Sr Postigo vuelve a faltar a la verdad. Debe ser que ‘piensa el ladrón que todos son de su condición’. El Sr. Arahuetes en ningún momento ha optado ni ha querido ir en las listas del PSOE en Segovia en las últimas elecciones generales. Tanto el secretario general del PSOE de Castilla y León, Óscar López, como yo mismo, como secretario general del PSOE de Segovia, el día de San Pedro le preguntamos por esta posibilidad. Su respuesta fue tajante: “me debo a la ciudad”. Las declaraciones de Postigo son más de lo mismo, a lo que ya nos tiene acostumbrados. Tiene que decir algo para estar en la prensa, pero nada más. Está más perdido que las maracas de Machín.

Lo que no cuenta el portavoz de la oposición son sus triquiñuelas con un sector de IU. A las dos horas de acordarse el pacto con IU, ese mismo día, ya intentó con sus amigos del Consejo de Administración de Segovia 21 romper el acuerdo y evitar como fuera un gobierno de izquierdas en la ciudad. Ahora sigue en la misma línea. Según fuentes certeras no tiene reparos en seguirse viendo con un sector de IU para intentar desestabilizar al Gobierno municipal del PSOE. Al portavoz de la oposición le importa muy poco Segovia, lo que quiere es como sea coger la poltrona del Ayuntamiento, como dice él.

Es una pena. La democracia es alternancia ante todo. Una oposición rigurosa contribuye a mejorar la gestión municipal, pero a su vez prepara a oposición para gobernar y mejora sus opciones de gobierno. La legislatura anterior fue perdida para el PP, a pesar del resultado alcanzado, y esta lleva el mismo camino.

La demagogia, la frivolidad, el populismo y la ausencia de críticas consistentes y propuestas rigurosas a la acción de gobierno son malos compañeros de viaje en un camino tan largo y pesado como es el de la oposición municipal. Cuando no se tiene ideas lo mejor es callar, que se nota menos. Y lo difícil es poner encima de la mesa temas que contribuyan a mejorar la ciudad, pero para eso se requiere altura de miras, trabajo y conocer bien la Administración local. Factores todos ellos en los que presenta un déficit importante el actual equipo de la oposición.

domingo, 8 de enero de 2012

Debate ejemplar


El actual secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pedido en su último Comité Federal, un “debate ejemplar” entre todos los candidatos y partidarios de cada una de las candidaturas que concurrirán al Congreso de Sevilla para alcanzar la plaza de secretario general del PSOE. Hasta el momento solo dos, Rubalcaba y Chacón.

Los inicios no han sido buenos. El mismo día de investidura de Rajoy, y a las pocas horas de que Zapatero dejase la presidencia del Gobierno, ya hubo quien hizo leña del árbol caído con el único objetivo de sacar ventaja política y hacer un guiño a los españoles y socialistas abrumados por la derrota electoral, desmarcándose del proyecto socialista de Zapatero. Unos días más tarde una avezada política socialista criticó con poco acierto –rectificó unas horas más tarde- las políticas del Gobierno socialista contra el fraude.

No es este el camino a seguir. No podemos renunciar a nuestro pasado, pero tampoco limitar el debate a posiciones orgánicas. Nuestro partido necesita recuperar la confianza que hemos perdido en los dos últimos procesos electorales. Somos un partido con vocación de gobierno. Para ello hemos de jugar un papel importante en la oposición, ayudando y contribuyendo a que nuestro país salga de la crisis cuanto antes con cohesión social. Nuestra oposición ha de ser firme y rigurosa. Y necesitamos concretar y definir un proyecto de País para generar empleo, riqueza y bienestar.

El proyecto de País ha de ser acompasado por un proyecto de partido. El PSOE ha sido la mayor fuerza transformadora de España, y seguirá siéndolo. Hoy necesitamos impulsar nuestra organización, abriendo sus puertas a todos los españoles que quieran entrar y participar. Necesitamos contar con un mayor peso de la juventud y con mayor equilibrio intergeneracional. Nuestro mensaje ha de estar exento de contradicciones y dar respuesta a lo que es nuestra razón de ser, la defensa de valores como la justicia social, la igualdad y la libertad.

En este proceso en el que estamos inmersos hemos de debatir y consolidar nuestras propuestas sobre aquellas cuestiones que interesan a los españoles. Es más, hemos de invitarles, si lo desean, a que participen en los debates; y, de puertas para dentro, hemos de debatir sobre nuestra organización y representación orgánica. A los ciudadanos les interesa que las instituciones funcionen, y funcionen bien; que se dé respuesta a sus problemas. Y que los partidos contribuyan a estos fines con honradez y respeto, pero no les preocupa en exceso nuestra organización interna. De ahí que no debemos convertirlo en el centro del debate, cuando la sociedad española tiene problemas mucho más importantes.

Todos hemos de contribuir a un “debate ejemplar”. Los responsables de las agrupaciones locales provinciales garantizando la neutralidad política -con independencia de su posición personal- y los líderes y militantes haciendo un debate sosegado y ordenado, pensando en lo que necesita nuestro país. Estoy seguro que así seremos capaces de encontrar al mejor secretario o secretaria general, y los españoles nos lo agradecerán. En un momento tan delicado como el que estamos pasando no cabe la frivolidad, ni la superficialidad. España necesita más que nunca que sus políticos son serios rigurosos, y su participación en la vida pública solo tiene un objetivo: ser servidores públicos.

lunes, 2 de enero de 2012

Un año más

Un año más la noche de San Silvestre se vistió de fiesta en Segovia. Fuimos cerca de 4.000 personas las que nos concentramos en la Plaza de Artillería para disfrutar, de nuevo, de una carrerita de 4,6 kilómetros por las calles de Segovia. En esta ocasión, nos acompañó el tiempo. La noche era magnífica, y el frío solo se notó a los 15 minutos de dejar de correr.Como siempre, los prolegómenos tienen su encanto. Es el momento de saludar a muchos amigos y amigas que coincidimos en la cuesta de San Juan a al espera de que se dé la salida. Allí estaba como siempre, Pedro Arahuetes con Chuchi, o Jesús Horcajo, o Paco del Caño, quien vive la fiesta como nadie y, además, hace de fotógrafo oficial. Paco fue ganador de una San Silvestre hace muchos años. Sin duda, un mérito a su tesón. Pero también otros muchos amigos, no solo de la prensa, sino familias segovianas que se acercan a ver el espectáculo.Yo, en esta ocasión, corrí con mi hijo Javier, con el que ya previamente me había medido en una partida de frontenis. El inicio fue complicado, aunque este año solo pude advertir una caída en la calle San Juan, junto a la Diputación. En todo el recorrido notamos el calor de la gente. Yo, especialmente. La notoriedad de la campaña electoral se notaba. Este año, más que nunca, hubo mucha gente que me daba ánimos enunciando mi nombre. Tengo que agradecer a la persona que evitó que me llevase un bolardo por delante en Conde Sepúlveda. No se veían.La San Silvestre segoviana, aparte de ser una gran fiesta, reivindica un estilo de vida. Para los muchos segovianos que amamos el deporte la ciudad es un escenario estupendo de relación, de vecindad, de compañerismo y de disfrute de su belleza patrimonial y paisajística: unos corriendo, pero otros viendo y animando a los que corren. Y, después, a tomarse unas cañas y a comentar los avatares de la carrera.Quiero felicitar un año más a los organizadores. No es fácil mover una carrera con tantos participantes y poner en la última noche del año el colorido que ofrece la San Silvestre segoviana.