sábado, 25 de abril de 2009

Villalar 2009 y el sentimiento castellano y leonés

El pasado 23 de abril se celebró el Día de Villalar, la fiesta de la Comunidad de Castilla y León, que conmemora la derrota sufrida por los ejércitos de las Comunidades de Villa y Tierra castellanas durante la Guerra de las Comunidades, en 1521. Fuimos muchos los que un año más nos desplazamos a este hermoso pueblo vallisoletano. La fiesta de la Comunidad puso de manifiesto, un año más, la falta de entusiasmo y sentimiento de los castellanos y leoneses.

Durante los últimos 22 años ha gobernado el PP en Castilla y León. Ha sido un gobierno que se ha caracterizado por la gestión del día a día, sin abordar los grandes problemas que afectan a la Comunidad. Castilla y León ha carecido y carece de un proyecto de futuro para crear bienestar y enriquecer nuestra tierra. Hoy, más que nunca, en Castilla y León se agudiza el problema de la despoblación, el envejecimiento y el éxodo de los más jóvenes y los más cualificados. Por desgracia, Castilla y León no se ha convertido en tierra de oportunidades, sino en tierra de conformismo y falta de iniciativas. El gobierno actual de la Junta es el que mejor refleja el carácter de los castellanos y leoneses.

El discurso del presidente Herrera en la campa de Villalar, un año más, ha sido un discurso hueco. Eso sí, supo acompañarse por los principales líderes sindicales, pues ya se sabe que “quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”. Y eso a pesar de la falta de un proyecto que permita crear empleo, abordar el problema de la despoblación y garantizar la cohesión territorial, evitando el éxodo de los jóvenes y repoblando amplias zonas de la comunidad donde no hay vida. Pero también dice el refrán “ande yo caliente y ríase la gente”. En fin, falta de compromiso y ganas de luchar por lo que realmente necesita Castilla y León: un revulsivo.

Revulsivo que, sin duda, es Óscar López. Su discurso en la ofrenda floral ante el monolito fue magnífico. Lleno de ilusión y entusiasmo, reivindicando para Castilla y León una oportunidad para que los más jóvenes no tengan que abandonar su tierra. El nuevo líder autonómico entraña todo lo que no tiene el PP en el gobierno de la Junta. Tiene proyecto e ilusión para Castilla y León. Entiende las características diferenciales de los leoneses y de las distintas zonas periféricas de la Comunidad. Prueba de ello es que los dirigentes del PP, desde la llegada de Óscar a la Secretaría General del PSOE en Castilla y León, han cambiado la referencia a los “castellano-leoneses” por “castellano y leoneses”; y representa al estrato social de todos aquellos que quieren una Castilla y León en movimiento y no parada. Ahora es necesario que ese mensaje lo entiendan cuantos más mejor, incluso los que aparentemente son progresistas. De ello dependerá que Castilla y León salga del agujero en el que se encuentra.

domingo, 19 de abril de 2009

El reto de las europeas

Ya se ha dado el pistoletazo de partida para las próximas elecciones europeas que se celebrarán el próximo 7 de junio. Son unas elecciones que el PP plantea como unas primarias y, además, en la que van de ‘gallitos’, pues los primeros sondeos les dan como ganadores. Es una gran oportunidad para que los socialistas movilicemos a nuestro electorado y seamos capaces de frustrar las aspiraciones populares.

Se trata de unas elecciones en las que el voto tiene un carácter declarativo más que decisorio. Los ciudadanos tienen que elegir entre dos modelos de acción de gobierno: el conservador o el progresista. Ésta es la pregunta que han de responder los ciudadanos europeos y, entre ellos, los españoles: Si queremos movernos con el patrón clásico neoliberal o abogamos por una Europa más solidaria y sostenible. La respuesta, el día 7 de junio.

La Unión Europea tiene una trascendencia cada vez mayor en nuestra vida diaria. Gran parte de las decisiones del ámbito económico y social se toman en Bruselas, aunque la mayor parte de la población no sea consciente de ello. Algunas de gran transcendencia para nuestra vida ordinaria. Y, si no, sólo cabe recordar que gracias a la acción del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo nos hemos librado de la posibilidad de trabajar hasta 65 horas a la semana, tal y como planteaba la propuesta de una directiva de cuño conservador; o qué decir de las decisiones en materia agraria, donde todas las políticas nacionales se subordinan a la Política Agraria Comunitaria (PAC); sin olvidar, las políticas sociales, medioambientales o de igualdad.

En estas elecciones el debate no se ha de centrar en los temas propios del territorio. Sería un gran error, porque en ese caso estaríamos desvirtuando el debate y haciendo el juego al PP. Para los populares estas elecciones van a ser más de lo mismo: crisis, crisis y más crisis. Pero con una demonización común: Zapatero y el Gobierno socialista. Y todo ello para colocar en la cabeza de los españoles un mensaje: “con los socialistas el caos; y con los populares el paraíso”. Pues bien, tenemos que hacer ver a la ciudadanía que al PP y los suyos sólo les interesa que ‘todo vaya cuanto peor, mejor’, porque así ellos tendrán posibilidades de llegar a La Moncloa. No les interesa Europa, como no les interesa España. Sólo les interesa el poder para poder defender mejor sus intereses.
Los socialistas tenemos la obligación de ganar la calle. Hacer transcender a los ciudadanos la importancia de este evento. Hemos de animar a todos aquellos que se sientan socialistas ideológicamente para que vayan a votar. Trabajadores, jóvenes, mujeres … y, en general, a todas aquellas personas que quieran seguir la línea de progreso por la que se ha optado en otras partes del mundo, como en Estados Unidos con el presidente Barack Obama, para que tenga continuidad aquí, en Europa. No podemos retroceder. Para ello hemos de superar el nivel clásico de participación, de entorno al 40 por ciento de estas elecciones – en Segovia en las últimas se alcanzó el 55,83 por ciento, el más alto de España-. Cuantos más vayamos a las urnas el día 7, mejor. Más posibilidades tendremos de parar a la derecha. Y la respuesta ha de ser obvia: ‘sí’ al modelo de progreso; ‘no’ al modelo rancio conservador que no beneficia nada a Europa, ni a los españoles.

domingo, 12 de abril de 2009

El cambio de Gobierno: una decisión acertada

El cambio de Gobierno que se ha producido esta semana era decisión no anunciada, pero esperada. En los mentideros políticos, pero también en alguna tertulia radiofónica, ya se dio por hecho que ese cambio se produciría después de la cumbre del G-20. Y es más: se daba por hecho la destitución de Solbes y la entrada de Blanco en Fomento.

Quizá pudiera paracer que no era el mejor momento, dado que aún no se habían agotado los ecos de la cumbre del G-20, donde el presidente Zapatero ha rayado con luz propia, pese a que algunos no les guste. Nunca España había pertenecido a un foro de tanta relevancia y había tenido tanto peso en la esfera política internacional. Salvo que algunos -con perdón para los tercos de mollera e insensibles- quieran comparar la ‘cumbre de Las Azores’, áquella que decidió la invasión de Irak, con ésta.

El nuevo Gobierno aporta una mayor solidez para afrontar la crisis. El ministro de Economía y su equipo habían dado alguna muestra de fatiga; y eso no es bueno. Han trabajado duro, muy duro, ante un vendaval, el de la crisis económica y financiera internacional, insólito desde la crisis del 29, pero muy diferente a éste, considerando que hay grandes diferencias en el tiempo y en su naturaleza. La nueva ministra de Economía es una mujer capaz y tenaz, con una buena formación económica y un amplio conocimiento de la Administración. El nuevo reto le viene como anillo al dedo. Ella siempre se ha movido bien en entornos competitivos, y de esa circunstancia nos beneficiaremos todos los españoles.

El Gobierno está formado por hombres y mujeres de prestigio y sobrada experiencia política y profesional. Sin duda, ha ganado peso político. El fin de semana ha sido una buena muestra. Pepe Blanco ha vuelto a dar muestras de su gallardía política. Muy medidos sus discursos y sus primeras acciones. Basta observar las páginas de los periódicos de estos días para comprobar que nos hayamos ante un gran político con visión de Estado. Toda una lección para ese pedante que escribe en ABC y participa en las tertulias de Telemadrid, Juan Manuel de Prada, quien, en una de sus valoraciones, le tachó de hombre “poco cultivado”; y todo por no tener carrera y venir de buena clase, como él. Y es que para algunos la lucha de clases está presente aún en la acción política.

El cambio es posible que se hubiese podido redondear más, pero el presidente es un hombre prudente y el horno no está para bollos. Ahora nos queda el reto de las elecciones europeas y el de tomar la iniciativa política ante un Partido Popular en el que la corrupción hace mella por todas partes, incluida Castilla y León, donde también se manifiesta cada vez con más intensidad el ‘caso Gürtel’.

domingo, 5 de abril de 2009

El Plan de Empleo de la Junta: un gran fiasco

La Junta de Castilla y León ha anunciado esta semana su Plan de Empleo. Este fondo sólo costea la contratación de los desempleados en el Servicio Público de Empleo, y no el resto del coste de las obras, que correrán a cargo de los propios ayuntamientos. Esta situación puede provocar que algún ayuntamiento, con menos recursos, no pueda optar al montante que se le asigna. Pero, además, sólo se dirige a los municipios de más de 1.000 habitantes. En una provincia como Segovia, el 80 por ciento de los municipios se quedan sin este tipo de ayudas, al igual que en le resto de las provincias.

El Gobierno popular tuvo la osadía de convocar en la sede autonómica, en Valladolid, a todos los alcaldes para firmar el convenio y hacerse la foto. El Plan de Herrera no aporta nada nuevo para luchar contra el desempleo en la Comunidad Autónoma. El secretario general del PSOE en Castilla y León viene pidiendo desde hace tiempo al presidente Herrera que agote la capacidad de endeudamiento del 1 por ciento del PIB, 225 millones de euros, que permitirían crear en la Castilla y León aproximadamente 13.338 puestos de trabajo. La respuesta del presidente de la Junta, hasta el momento, ha sido el silencio, como si el problema de la generación de empleo no fuese con ellos. Es a la Junta a la que corresponde la gestión de las políticas activas de empleo.

En esta materia, como en otras muchas, están al margen de los intereses de los ciudadanos. Claro que después de escuchar al presidente del PP, al Sr. Rajoy, en el programa Tengo una pregunta para usted’ de Televisión Española, que le gustaría ser presidente del Gobierno en 2012 para gestionar el paro de cuatro millones de personas, no nos puede sorprender nada. Para el PP, cuanto peor vaya el problema del empleo, mejor; así tienen más probabilidades de llegar a La Moncloa. No importa que muchas de las comunidades que gobiernan gestionen las políticas activas de empleo. Eso es lo de menos. Lo importante es llegar al poder.

Se da la circunstancia, además, que en el colmo de la desfachatez, el plan autonómico, que la Junta vendió como nuevo y como la respuesta de su preocupación por el desempleo, no es nuevo, sino que forma parte del anterior programa de subvenciones, que este año ha dividido en dos, el ELCO, con subvenciones del Fondo Social Europeo; y el ELOR, financiado por la Junta, al que solo pueden acceder los ayuntamientos de más de 1.000 habitantes, a los que se concede una cantidad determinada, en función del nivel y la estructura del desempleo en cada municipio.

En mi caso he pedido explicaciones al PP, ante este gran fiasco, con el que el fondo para los municipios de la Junta aporta un poco más de ocho euros por habitante, frente a los 172 euros del Plan Zapatero. La respuesta del procurador popular y viceportavoz de la Junta, Juan José Sanz Vitorio, ha sido la descalificación: me ha tachado de desconocimiento o utilización de la mentira. Algo a lo que ya nos tiene acostumbrado el PP, actitud que, por otra parte, ha criticado a sus propios compañeros el propio procurador que ahora me vitupera.

Pero propuestas para generar empleo y dinamizar la economía, que es lo que nos importa, nada de nada. Ya se sabe, una vez más, el PP dando la espalda a los ciudadanos.